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El estudio ‘Retribuciones salariales del profesorado. Comparativa con los países europeos de nuestro entorno’ analiza los datos ofrecidos por Eurydice sobre los salarios oficiales mínimos y máximos en relación con el PIB per cápita, de los docentes de infantil, primaria y secundaria de los países de nuestro entorno más próximo. En el documento no se han incorporado los datos de países europeos con indicadores del nivel de vida muy inferior para no distorsionar las medias. Los países seleccionados pertenecen a la Unión Europea UE, salvo Noruega y Suiza.
La mejora de las retribuciones salariales junto con unas condiciones laborales adecuadas contribuye en gran medida a hacer más atractiva la profesión docente y que esta tenga un mayor reconocimiento social. Estudios como los de la OCDE subrayan la relación directa que existe entre el salario de los trabajadores y el grado de atracción hacia la profesión. Además, otros beneficios como ayudas familiares, compensaciones sociales, descuentos en el transporte público, etc. inciden positivamente en los aspectos mencionados. Por tanto, la mejora de los salarios, ayudas y condiciones laborales de los docentes han de ser aspectos decisivos para abordar en una buena política educativa.
Las retribuciones de los docentes representan uno de los capítulos más importantes dentro de los gastos de cualquier sistema educativo. A causa de la crisis en numerosos países se aplicaron recortes salariales o congelaciones a los empleados públicos para reducir los déficits presupuestarios. En esos casos, el poder adquisitivo del profesorado de dichos países continuó descendiendo debido al aumento del coste de la vida. En estos últimos años, en muchos de estos países se han ido suprimiendo las congelaciones salariales y los salarios se han ido ajustado al coste de la vida.
Sobre las cifras que proporciona Eurydice, hay que aclarar que existen variables que inciden en las remuneraciones salariales y condiciones laborales según el país, que complican el establecer similitudes y diferencias en la comparación de los datos.
Como primera variable, en los salarios oficiales que se ofrecen no están incluidos los complementos y bonificaciones salariales, que en algunos países representan un porcentaje considerable en el total del sueldo.
Una segunda variable es la diversidad de complementos salariales que cada país contempla a la hora de remunerar a sus docentes.
Otra variable es el método empleado para establecer los gastos educativos. En la mayoría de los países las administraciones públicas, bien a nivel central y/o regional, fijan la cuantía para cada programa educativo. En otros países, la administración pública fija la cuantía global del presupuesto para educación, pero la aplicación de determinados complementos son decisiones adoptadas a nivel local o incluso a nivel de cada centro docente.
Por ejemplo, en España, cada Administración educativa ajusta las cantidades complementarias. En Finlandia, los salarios se acuerdan a nivel nacional mediante convenios colectivos estatales y municipales y se aprueban cada 1-3 años por acuerdos de sindicatos y administraciones locales. En Noruega, el salario mínimo se negocia a nivel central y los municipios lo incrementan en base a negociaciones directas, teniendo libertad para incrementar el salario mínimo. En Suecia, los salarios están vinculados a rendimiento y los convenios establecen un marco de referencia.
Otro aspecto que incide considerablemente en las remuneraciones del profesorado es el incremento del salario a lo largo de los años de docencia, que varía notablemente de unos países a otros. En el caso de España, los docentes no perciben mucha diferencia entre las cantidades del inicio de su carrera y en el transcurso de la misma (menos del 9% de aumento con 10 años de experiencia y menos del 16% con 15 años). Es al final de la carrera docente cuando el incremento supone un porcentaje mayor, en torno al 42%.
En relación a lo anterior, los años necesarios para alcanzar la remuneración máxima es otro factor que incide de forma muy notable y que también varía según los países. Los docentes españoles se sitúan entre los que más años necesitan para alcanzar esta remuneración, necesitando 39 años para conseguirlo. Conviene señalar, en este sentido, que las cotizaciones máximas, a efectos de jubilación, se alcanzan con 35 años de servicio por lo que, en la práctica, muchos docentes españoles llegan a la edad de jubilación sin haber podido alcanzar dicho salario máximo.